Ozzy Osborune se despidió de Black Sabbath

Black Sabbath dijo adiós en Birmingham: el heavy metal llora, pero agradece

No es fácil despedirse de una leyenda. Mucho menos cuando esa leyenda fundó un género entero, marcó generaciones y sobrevivió a todos los excesos imaginables. Pero pasó: Black Sabbath tocó por última vez en su tierra natal, Birmingham, y el rugido final de la banda pionera del metal quedó grabado para siempre.

Con Ozzy Osbourne al frente —ya visiblemente debilitado pero más entrañable que nunca—, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, el cuarteto original se reunió por última vez. Desde el trono de cuero negro que usó Ozzy hasta las miles de personas que lloraban con Mama, I'm Coming Home, todo tuvo el tono de una misa pagana en honor al metal, al pasado y al poder de la música para trascender el cuerpo.

El evento, titulado Back to the Beginning, fue mucho más que un recital. Fue una celebración de legado, con músicos de todo el planeta (desde Metallica hasta Steven Tyler) agradeciendo a Sabbath por haberles enseñado que el ruido también podía ser arte. Jack Black, Papa Emeritus, Yungblud, Travis Barker, Ron Wood, Billy Corgan… todos dejaron su homenaje. La historia del rock se reunió para abrazar a sus padrinos oscuros.

🎤 El cierre: lágrimas, riffs y un “gracias” global

War Pigs, Iron Man, Paranoid: esos himnos retumbaron como si el tiempo no hubiera pasado. Pero el momento más emocional fue, sin duda, Mama, I’m Coming Home. Ozzy quebrado, el público cantando entre lágrimas, y una letra que hoy, más que nunca, parece escrita para este adiós.

Aunque la salud de Ozzy y los años que pesan sobre sus compañeros hacen pensar que esta vez es el final de verdad, lo que queda no es la tristeza. Es el agradecimiento. Porque si alguna vez te salvaste gracias a un tema oscuro que te acompañó en silencio, seguramente hubo algo de Sabbath ahí.